El acto de escuchar tiene el poder de hacer que tu estado interior cambie. Pero ¿cuántas veces escuchamos realmente?. Para la mayoría, la respuesta es nunca. con demasiada frecuencia, en lugar de escuchar lo que nos están diciendo, estamos ya escuchando en nuestra cabeza lo que queremos responder. La mayoria de las personas reconoceremos haberlo hecho en alguna ocasion o haberlo experimentado mientras estábamos hablando con alguien. Cuando lo hacemos, bloqueamos la verdadera comunicación.
Cuando alguien te hable, escúchale por completo. de ese modo eliminarás activamente los obstaculos y la sensación de agobio.
Escuchar con atención y dar las respuestas adecuadas es el arte de dialogar llevado a su máxima expresión. Con frecuencia deseamos tan vivamente en la vida escuhar algo que dejamos que los oidos engañen a nuestra mente y que la mente engañe a nuestro corazón, para sacar de ello una falsa sensación de seguridad. Oimos lo que queremos oir a expensas de la verdad.
Hablar pertenece al ámbito del entendendimiento y de las opiniones, y escuchar, al de la sabiduriía. A medida que tu estado interior vaya cambiando al escuchar realmente a los demás, tu sensación de agobio irá disminuyendo.
A continuación expongo un sencillo ejercicio que nos ayudará fomentar la escucha de todo lo que nos rodea:
- Sientate en quietud, respira y expira lenta y profundamente, y ahora empieza siendo consciente de tu entorno.
- Escucha cualquier sonido que distingas a tu alrededor: ruidos, objetos, personas, las paredes, el espacio.
- Escucha, sé consciente de tu respiración al tiempo que escuchas atentamente, escucha el murmullo de fondo que hay detrás de los sonidos.
- Inspira y expira profundamente y descansa en tu centro interno permaneciendo consciente de los sonidos que te rodean.
Haz este ejercicio siempre que te sea posible para aumentar y mejorar tu capacidad de escucha, mientras que escuchas a alguien, ves la television, paseas por la calle, etc. Descubrirás que empiezas a ir más allá de las palabras y que empiezas a captar la esencia de lo que te trasmiten.