Una de las cosas que nos propone Shamballa como forma de vida es la recuperación de nuestro Poder Personal. El verdadero Poder interno es “un estado del ser” que es la capacidad de dar rienda suelta a la expresión de nuestro Espíritu junto con la toma de decisión de estar consciente en cada uno de los momentos de nuestra vida.
Tenemos la idea equivocada de que el hecho de desarrollar nuestro propio poder está reñido con la parte espiritual del ser humano, pero el verdadero poder es un sentimiento de fortaleza, confianza y a la vez de humildad, que reconoce esa energía y no necesita demostrar nada a nadie, ya que busca solamente la consciencia de nuestro centro interno y actuando siempre desde ese centro, somos capaces de encontrar y tomar cualquier decisión correcta y coherente con nuestra esencia Divina.
En realidad el hecho de recuperar ese poder lo podemos comparar con el acto de recuperar nuestra brújula interna, que nos ayuda a encontrar el camino y la decisión adecuada en cada momento. Porque el poder que manifestamos en el exterior surge de nuestro propio interior, y allí es donde tenemos que buscar respuesta siempre que tengamos que decidir algo, da igual el tema que sea, incluso en aquellos momentos en los que te sientas impotente ante una situación…, aún ahí serás consciente de tu fuerza interior y ya no tendrás miedo ante los acontecimientos y obstáculos que puedan presentarse, porque se disipan las dudas y las inseguridades.
Cuando hablamos de nuestro propio poder personal, nos referimos también a la actitud que debemos tomar ante las cosas, sobre todo eliminando el temor y recuperando la confianza en el futuro y en nosotros mismos, como seres sabios y merecedor@s de todo lo bueno que nos ofrece la vida.
Cuando asimilamos esta valiosa información nos volvemos más capaces de afrontar los obstáculos que nos vamos encontrando en el camino, ya que empezamos a ser conscientes del hecho de que estos contratiempos son un aprendizaje para fortalecer nuestra alma y desarrollar nuestras capacidades internas.
Todos nosotros hemos recibido en nuestra infancia y en nuestra sociedad una educación que nos ha marcado a la hora de afrontar las situaciones que vivimos en la vida adulta. Debemos de eliminar esas creencias de temor y desconfianza tan arraigadas, porque ellas no nos dejan realmente experimentar las posibilidades que el día a día nos ofrece y tampoco nos permiten libremente COCREAR nuestra autentica estructura de vida y de creencias.
Cuando se adquiere el hábito de preocupase cada día nos estamos cerrando puertas que nos impiden avanzar, lo único que se consigue es enfermar, estresarse y ser infeliz. Al estar condicionado por el miedo se ha terminado por creer y relacionar el ser realista con lo negativo de la vida y el ser positivo y amoroso con ser irrealista.
Nos han enseñado a esperar lo peor en cada situación. Pero debemos de ser conscientes de que el Universo está lleno de energía positiva y si estás dispuesto a conectar con ella TODO FLUIRA CORRECTAMENTE DE FORMA ARMONIOSA Y DE ACUERDO CON NUESTRO PLAN DIVINO, así que CONFIEMOS en que lo normal y natural es que nuestros proyectos lleguen a buen término.
Hemos de empezar a ser conscientes que cada día cedemos pequeñas parcelas de nuestro poder en muchas situaciones cotidianas, dejando decidir a otros sobre acontecimientos posiblemente vitales para nosotros, y por eso acabamos viviendo frecuentemente situaciones poco gratificantes que nos llenan de frustración. Hay que empezar por reconocer que somos nosotros mismos quienes realmente sabemos cuál es la opción acertada y verdadera para nosotros, solo así seremos auténticamente conscientes de nuestra implicación en los acontecimientos de nuestra vida.
Al recuperar el centro de nuestro Poder interior se nos enciende una luz interna y se nos aclara la mente ante situaciones que antes no veíamos con claridad.
Este Poder nos ancla en la vida, nos hace recuperar la autoestima y la capacidad de solucionar todo lo que hasta el momento andaba del revés.
Por eso es bueno dar este paso, es una forma definitiva de asumir las riendas de nuestro potencial interno, dejando que se muestre en el exterior en cada uno de los momento que vivimos.
Bienvenidos a la libertad de pensamiento y acción...,
Shamballa On,
Natividad Navarro
Natividad Navarro